Querido Diario, hoy 6 de Septiembre de 2010 quiero compartir algo más de la historia de mi pasado y de cómo fui superando poco a poco este episodio tan dramático y crucial en mi vida.
Mi Adolescencia sin mi madre fue muy difícil, crecí sintiendo que la vida y Dios habían sido muy injustos con nosotros, aunque nuestro padre se hizo cargo, como hija mayor tuve que asumir las funciones y rol de madre, me hice cargo de mis hermanitos hasta que un día, después de dos años de fallecida mi madre, mi padre conoció una mujer también viuda y se volvió a casar.
Todo se complico, pues nuestra madrastra también tenía sus propios hijos, niños adolecentes de edades similares, mi padre al ver que éramos otra vez una “familia” comenzó poco a poco a dejarnos a cargo de ella, hasta el punto de descuidarnos.
En medio de la impotencia, la tristeza y el saber que no podía hacer nada, comencé a sentir que no tenía sentido vivir, pero el pensar que mis hermanos podían quedar aun más solos, decidí sacar fuerzas, luchar por ellos y salir adelante.
A pesar de que mis hermanos eran pequeños cuando esta tragedia ocurrió, la ausencia de una madre durante su crecimiento fue de vital importancia, mis hermanos tenían problemas de aprendizaje y yo era una joven muy depresiva, y aunque tuve una época en que la vida no me importaba, un día algo paso y mi vida cambio por completo.
El día que cumplía mis 15 años, mi padre junto con su esposa y familia, me organizaron una fiesta, esa noche en medio de la celebración, sentí una inmensa tristeza y rompí a llorar, llore tanto que tuvieron que darme un calmante, quede profundamente dormida y empecé a soñar, esa noche soñé que una voz melodiosa me hablada, me decía que “ella me amaba y que Dios también, que él había permitido que todo pasara así por que tenia cosas grandes para mí y mis hermanos, que ella confiaba en mi y que Dios me iba a dar toda la fortaleza para superar la ausencia física de ella pero que ella siempre iba a estar allí, con sus ángeles cuidándonos”, seguido de esto empecé a sentir una inmensa paz y tranquilidad, sentí que me quitaba un peso que había cargado por años y al despertar entendí que esa voz era mi madre.
Después de esa noche, entendí que Dios tenía una misión para mi, debía administrar y sacar adelante la vida de dos seres que en ese momento estaban a mi cargo, fue así que decidí terminar mis estudios y trabajar, hoy en día me desempeño como auxiliar social de una ONG y por temporadas tengo que viajar, mis jornadas son extensas pues también estoy terminando mi carrera de Psicología….